martes, 1 de diciembre de 2015

<< Más que soltar, lo que duele son las expectativas que desaparecen en un futuro que jamás llegará. >>
<<Amar no duele, recuperar nuestra dignidad, sí. >>

Relación de amistad con un ex y esos golpes bajos que no vemos venir

Cuando el amor da paso al desamor notas que siempre estuvo presente. 
No es un ente invisible que aparece de la nada. Estuvo ahí desde hace un buen tiempo sin hacer ruido. En el más cómodo de los silencios porque en automático nos metemos por voluntad propia en ese limbo de no querer saber, no pretender hurgar y dejar todo quietecito.

1.- para que no duela de forma innecesaria.
2.- No es agradable para nadie estarnos paseando entre los escombros miles de veces en un día.

El punto es que un buen día nos dan una bofetada inesperada de esas que tienen tintes de hijueputez pero quedito. De esas que no esperas y que te da una idea general de que estuviste esperando en vano algo que no solo no llegará sino que te abrirán de forma cruel aunque no seas el típico ex aferrado y moroso que espera que le condonen el olvido con tintes de regresar con la exclusividad de quien aguanta vara a que a ese alguien se le pase el berrinche y nos pida regresar.

Algunos solo pretendemos un buen cierre. Otros, recuperar solamente el punto de partida en donde fuimos felices con ese cariño antes de saltar a tu cama o a la mía o de tu corazón al "nuestro".

Por experiencia personal, sé que se puede retomar el cariño y separar las querencias si es alguien importante en tu vida al que no vale la tristeza renunciar. Sin embargo, no todos piensan de la misma forma. 

Nos convierten en una especie de canje que mientras el ex o la ex, protagonice la soltería, resultaremos cómodos, agradables, el cariño será similar y hasta habrá nuevos momentos de alegría que compartir entre ambos. Nos convierten. Sí. No lo notamos pero un buen día llega alguien nuevo ( o viejo) ha marcar territorio y lo primero que solicita es que se rompa cualquier nexo contigo. 

Que se rompa obviamente por inseguridad, celos, mala leche, envidia. Sabemos que alguien feliz no repara en esos detalles a menos que la inseguridad ronde en medio de su relación y hay que asimilar entonces que no somos nosotros sino esa nueva persona que no sabe manejar cosas como:

a) Una buena relación entre exs que no tiene ya nada de pasional pero sí de profundo respeto y cariño que se forjó durante tanto tiempo, independientemente de los asuntos que los llevaron a terminar.

b) Una vocesita interior que muchas veces resulta ser insegura y otras tantas un sexto sentido de que ahí hay algo que puede retomarse con más fuerza que antes, dependiendo de varios factores como:

1.- El momento, vulnerabilidad y lugar adecuado entre la pareja y el ex.
2.- Saber en el fondo que esa pareja siente nexos profundos con el ex porque le guarda un cariño especial e intocable.
3.- Es probable que con la vara que midas, serás medido. Y con esto último me refiero que si es alguien que se interpuso entre dos, probablemente sepa que existe una posibilidad muy grande de que le paguen con la misma moneda. 

Es sencillo. Quien anda con hijueputas, reconoce a uno y aunque lo tenga para sí el hecho es que ese sí está lleno de dudas, inseguridad y celos.

El que se comporta como uno o una, sabe que tarde o temprano el karma llega, se presenta y te dice "con permiso, esto viene para acá y ni te quejes."

Entonces concluyamos que nos convierten en mareas de dos aguas donde nosotros somos el barco, el canje, el cordero al sacrificio y cualquier cosa que se les ocurra, menos la persona importante que suponemos ser en la vida de ese alguien que fue especial para nosotros en algún momento.

Ahí es cuando pega la decepción; pero las buenas noticias es que no duran tanto ni se presentan con la fuerza que imaginamos que pegarían. Ahí es donde por fin el último rezago de consideración se levanta, se marcha y de forma elegante se retira sin reclamo alguno. 

Lo sorprendente es que lejos de doler, libera. Entonces nos quedamos solo con lo que nos pertenece. Nuestra consideración y cariño y es más sencillo partir hacia donde sí serán valorados, apreciados, respetados y hasta necesitados.

Es bueno saber que al final, gana quien jamás renuncia a ser quien es por adaptarse a las ocurrencias de un ex o las personas que lleguen a su vida. Gana quien jamás deja de ser quien es por un él o ella, siendo ellos cuando clavan un puñal por la espalda como acostumbran la mayoría de las veces. Gana, quien no se presta al juego, o chantaje.

Gana quien se queda con la integridad en las manos y jamás las ensucia ni siquiera para reclamar lo que a todas luces es la última chingadera que le permitirá a esa persona que saldrá de forma definitiva y sin una sola consideración más de nuestras vidas. 

jueves, 27 de agosto de 2015

martes, 20 de enero de 2015

<< Podemos tomar del desamor la sabiduría y la serenidad con la que se toman las mejores elecciones. También la dureza que se desprende para evitar o alejarse de relaciones complicadas.>>
<< Toda relación desafortunada tiene como objetivo el aprendizaje. Medirte de qué estás hecho y crecer a partir de una pena y volverte a levantar.>>
<< El mundo no se acaba aunque a ti te parezca que sí. Relaciones van y vienen y el día que te levantes descubrirás que todavía guarda mucho pedazo para ti.>>